En la búsqueda del bienestar físico y mental, dos disciplinas se destacan por su popularidad: el yoga y el Pilates. Ambas son prácticas que promueven la conexión entre cuerpo y mente, mejoran la flexibilidad y fortalecen los músculos. Sin embargo, aunque comparten ciertas similitudes, cada una tiene características únicas que pueden hacer que una sea más adecuada que la otra según tus necesidades y objetivos. En este artículo, exploramos las principales diferencias entre el yoga y el Pilates, para que puedas elegir la práctica que mejor se adapte a ti.
¿Qué es el yoga?
El yoga es una disciplina ancestral originaria de la India que combina posturas físicas (asanas), técnicas de respiración (pranayama), meditación y un enfoque en la conexión mente-cuerpo. Su propósito no solo es mejorar la flexibilidad y fuerza, sino también promover un equilibrio mental, emocional y espiritual. Existen muchas formas de yoga, desde las más suaves y meditativas, como el Hatha yoga, hasta las más dinámicas y exigentes, como el Vinyasa o el Ashtanga.
¿Qué es el pilates?
El pilates, por otro lado, es un sistema de ejercicios creado por Joseph Pilates a principios del siglo XX. Se centra en el fortalecimiento de los músculos centrales (el “core”) y en mejorar la postura, la alineación y la flexibilidad. A diferencia del yoga, el pilates se basa más en movimientos controlados y respiración precisa para tonificar los músculos y mejorar la estabilidad del cuerpo. Se puede practicar tanto en colchonetas como utilizando equipos específicos, como el reformer.
Ahora que ya sabes qué es cada disciplina, veamos sus principales diferencias:
Diferencias clave entre YOGA y PILATES
1. Enfoque físico vs. mente-cuerpo
El pilates tiene un enfoque más físico y estructurado, centrado principalmente en el fortalecimiento muscular y la mejora de la postura. Se da especial importancia al control de los movimientos y a trabajar específicamente el abdomen, la espalda baja y los músculos que estabilizan el tronco, por lo que será perfecto para quienes necesiten mejorar su postura corporal y aumentar la fuerza en espalda y abdomen.
Por su parte, el yoga busca una conexión más profunda entre la mente y el cuerpo. Aunque también incluye posturas físicas, el yoga integra meditación y respiración como herramientas esenciales para alcanzar un bienestar holístico. La práctica de yoga no solo busca el trabajo físico, sino también el equilibrio emocional y espiritual, siendo la elección ideal para quienes buscan bajar el ritmo y encontrar calma en mente y cuerpo.
2. Flexibilidad y tonificación muscular
En cuanto a flexibilidad, el yoga tiende a ser más eficaz. Las posturas y secuencias están diseñadas para estirar y abrir las articulaciones y músculos, lo que ayuda a mejorar la elasticidad del cuerpo con el tiempo y la constancia.
El Pilates, mientras tanto, se enfoca más en la tonificación muscular. Las repeticiones controladas de movimientos dirigidos a áreas específicas del cuerpo (como el abdomen, las piernas y la espalda) ayudan a fortalecer el core y mejorar la postura, aunque también contribuye a la flexibilidad de forma secundaria.
3. Intensidad y variabilidad
El pilates es generalmente más intenso en términos de resistencia y fuerza. En el pilates con reformer, por ejemplo, el uso de máquinas añade una resistencia que hace que los músculos trabajen de manera más profunda y precisa, así como el resto de accesorios que se pueden usar en las clases.
El yoga puede variar dependiendo del estilo, pero muchas formas de yoga, como el Vinyasa o el Ashtanga, también ofrecen una práctica bastante intensa, aunque su enfoque es más fluido y centrado en el control de la respiración y el flujo de movimiento. Además los accesorios de yoga como bloques o bandas, están enfocados en facilitar la práctica.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES | |
| PILATES | Fortalecimiento del CORE. Ideal como rehabilitación tras lesiones. Enfoque en la postura correcta, ayudando a prevenir lesiones. | Menos enfoque en la salud mental, aunque como cualquier práctica deportiva, promueve el bienestar mental post entreno. Requiere equipo, aunque se puede hacer en colchoneta y solo con el propio cuerpo. |
| YOGA | Reducción del estrés y mejora de la salud mental. Mayor flexibilidad. Enfoque integral. | Puede no ser tan efectivo para tonificar el abdomen y la parte baja de la espalda. Requiere paciencia y disciplina. |
¿Cuál elegir según tus necesidades?
De forma general, si tu objetivo es mejorar la flexibilidad y reducir el estrés, el YOGA puede ser la opción ideal. Además, si buscas una práctica que integre la meditación y la respiración, el yoga es la disciplina indicada.
Desde el punto de vista de la fisioterapia, si tus dolencias están generadas por falta de movilidad, tipo rigidez articular provocadas por artritis, artrosis, fibromialgia o rigidez muscular en general, debes inclinarte por esta práctica milenaria.
Si tu objetivo es tonificar y fortalecer el core, mejorar la postura o rehabilitarte de una lesión, el pilates podría ser más adecuado para ti. Es especialmente útil si sueles padecer problemas lumbares, tales como hernias, protrusiones o radiculopatias. Además será fundamental para prevenir este tipo de lesiones si pasas mucho tiempo sentada en el trabajo.
En resumen, ambas prácticas ofrecen grandes beneficios, pero la elección dependerá de tus objetivos personales. Si puedes, mi consejo personal es que ¡pruebes ambas! Muchas personas combinan yoga y pilates para obtener lo mejor de cada disciplina.
En Kinesio Salud puedes probar las dos. Mira nuestro horario de clases y elige el día y hora que mejor se adapte a ti y prueba tu misma las diferencias.